sábado, 21 de noviembre de 2015

Cronica de la maraton de Nueva York

Nuestro (vuestro) amigo German Rodriguez que nos ha enviado detalladas crónicas de sus maratones fuera de León, nos envía hoy su crónica del maratón de Nueva York que corrió hace 3 domingos, enhorabuena por la carrera y gracias por compartirla con todos los lectores de la página, German.
Maraton de Nueva York

"Son las 4:28 de la mañana, NYC domingo 1 de noviembre de 2015. Bueno, en realidad es una hora mas tarde porque esa noche han cambiado la hora en Estados Unidos, por lo que serían las 5:28 del día anterior. 
Me despierto antes de que suene el despertador, quizás por los nervios, y de paso para que al levantarme intentar (sin éxito) no despertar a mari jose. Me visto de romano (corredor en este caso) y a las 4:50 salgo de la habitación. Busco un seven eleven cercano y me compro un café con leche. Voy en busca de un autobús de la organización. La situación es un poco de "película Almodovar". Me explico, estoy en un hotel cerca de la 8ª avenida y tengo que llegar a la 5 avda, con la calle 42. Estoy rodeado de gente disfrazada que está celebrando Halloween, algunos un poco más alegres de la cuenta, y yo camuflado en mitad de ellos disfrazado de corredor (por lo menos no desentonaba demasiado). Me llego a preguntar sino me habré equivocado de día o de hora.
Ya en la séptima avda. alguien me toca la espalda, es otra corredora, tan desconcertada como yo, que me pregunta si voy al autobús del maratón. Al poco somos 5, 6, luego más de 200 y después varios cientos más. A las 5:15 me encuentro montando en el autobús que nos lleva a la salida en Staten Island. Al llegar al puente de Verrazano y cruzarlo me doy cuenta de que estoy en un sitio icónico para los corredores. Salimos del bus y entramos en el fuerte que acoge la carrera. Hay que pasar un arco de detección de metales (la seguridad les preocupa mucho, consecuencia del atentado de Boston) y entro en la Villa de salida.
La zona está dividida en tres áreas, por colores (verde, naranja y azul), en la que nos han repartido a los más de 50.000 corredores que vamos a participar. Es de noche y hace bastante frío. A pesar de que llevo 3 capas de ropa cuando me siento en el suelo empiezo a tiritar un poco, lo que me obliga a levantarme de vez en cuando para no destemplarme. Quedan 3 horas y media para la salida de la primera ola (en la que estoy yo) de las cuatro olas que hay. Esa espera es la parte más dura del maratón y la que más fuerzas te quita. A las 8:20 abren los corrales, 6 por color y ola, por lo que estaremos unos 2000 corredores por corral. A mi me toca en la parte derecha de puente en el nivel superior.
A las 9:30 presentan a los corredores de élite (impresionante), después bienvenida de Bill de Blasio alcalde de NYC (por cierto muy aplaudido sobre todo por los neoyorkinos que veo que adoran en su mayoría a su alcalde, igualito que aquí en España), una soprano canta el himno de USA (previo llamamiento a quitarnos todos los sombreros) y al ritmo de Frank Sinatra con su New York, New York dan la salida.
El primer km pica para arriba bastante. Me contengo y lo cubro muy bien, el segundo es llano y el tercero tiene una fuerte bajada. En ese momento, a pesar de que la temperatura es fresca empiezo a sudar y me doy cuenta de tres cosas muy importantes: la humedad relativa es muy elevada y va a hacer calor, hay que hidratarse en todos los puestos de avituallamiento y va a tocar sufrir porque el calor a mi no me sienta bien.
Dejamos Staten Island y entramos en Brookling, recibidos por un grupo de unos 40-50 tambores que dan ganas de pararse a escuchar. A lo largo de todo el recorrido la organización dice que hay repartidas 120 bandas de música. Yo creo que eran algunas menos, pero tampoco me paré a contarlas. Cuando entras en el casco urbano ves que la ciudad entera se vuelca. En la primera curva un chico me dice "GO, GO, GERMAN", instintivamente me volví y evidentemente no le conocía de nada. En ese momento me acordé que llevaba una camiseta de España con el nombre impreso. Hubo un montón de gente que repitió esos ánimos. German en inglés significa alemán, por lo que hubo mucha gente que me animaba como si fuera alemán, excepto los alemanes (que no dijeron nada que yo escuchase), y los españoles que me animaron a rabiar y que reconocieron la camiseta sin problemas. En Brookling el punto álgido fue la avda. Lafallete, en el km 13 una cuesta donde el público se arremolinaba a ambos lados provocando una algarabía impresionante. Curiosamente en el km 15 se entra en el barrio judío y es el extremo opuesto. Nadie al lado de las vallas y se ven judios con barbas de rizos y los sombreros de las películas que van a sus cosas, que desde luego no es el maratón. Llego al medio maraton, justo cuando se entra en Queens, en 1:34:58, acorde al plan previsto, pero viendo que la cosa se va a poner dura. Las sensaciones no son malas, pero veo que voy a sufrir. En el km 25 se entra en Manhattan. Para ello hay que atravesar el puente de Queensboro, el punto más duro de la carrera, fuerte pendiente hacia arriba de 1400 metros, sin público, con un viento frío que nos da de cara y los primeros corredores que empiezas a ver andando, corredores que durante 25 km habían ido más rápido que yo. El primero un francés de unos 35 años que estaba llorando. Después de tantos meses de entreno, faltando 17 km y andando............luego vería unos cuantos más en el puente. Pasado ese momento entras en Manhatan, por la calle 59 para correr la primera avenida. La entrada, brutal, el mejor momento de la carrera sin duda, como si estuvieras en un partido de beisbol y tu fueras a lanzar la última bola con el marcador empatado. Además la gente se agrupaba por nacionalidades, por lo que cuando llegué al sector español y me vieron la camiseta de España se me puso la carne de gallina, vaya forma de animar, me sentía una estrella del atletismo. Tres calles después, km 26,5. me esperaba marijose con una pancarta casera. La veo, me paro, nos abrazamos, nos besamos y ella empieza a llorar un poco de la emoción. Los americanos, muy sentimentales, empiezan a hacer un pequeño semicírculo y aplaudir a rabiar, daban ganas de quedarse disfrutando más del momento.
Maraton de Nueva York
Km.38 Central Park
Sigo por la primera avda. que además de todo este chute de adrenalina pica para abajo. En el km 30 (2 horas 16min.) se acaba la bajada y en el 32 entras en el Bronx, con otro puente (con su correspondiente subida) los espectadores decrecen y me empiezo a notar tocado de "gasolina". Muscularmente voy genial, pero me faltan fuerzas. Empiezo a pagar el madrugón y lo lejos que me pilla el desayuno. Aún así consigo mantener un buen ritmo hasta el km 35, a unos 4:30-4:40 el km. En la 5 avda, de nuevo en Manhatan, zona de Harlem, empezando central park hay una subida de unos 1500 m. dura como ella sola. Son 26 calles, pero empiezo a pasarlo mal y ralentizo bastante la marcha. En ese momento recordé que estaba en Nueva York y, que pese a que iba muy justo, no hacía más que adelantar gente que debería de ir peor que yo, así que me animé un poco. Además en esa zona vuelve a haber mucho público. En el km 38 entras en Central Park, con 3 largos toboganes, las bajadas ayudan, pero no consigo recuperar el ritmo ni las buenas sensaciones. Hay muchos españoles que me animan, pero en estos momentos casi no les puedo devolver los ánimos que me dan. Faltan 800 metros nada más y me dan ganas de parar, 400,...y no veo la meta aunque siento al público, esto no se acaba nunca pienso. Nada más pasar la meta busco comida, unas barritas energéticas y una manzana y a los 15 min. estoy relativamente recuperado, lo que me confirma que la pájara se debió a un problema de alimentación. Los médicos preguntan a muchos corredores que entran como están, pero no a mi, así que debo tener mejor cara que sensaciones.
Maraton de Nueva York
¡Enhorabuena German!
La segunda media 1:40, para totalizar 3:15 (me quedo a 2 minutos de mi marca personal), Pero aún así, con una segunda media maratón en la que tardé 5 min. más que la primera, en esta segunda media adelanté a casi 1000 corredores, por lo que veo que la carrera fue muy dura. La marca del ganador -corriendo la gente de élite que corría y con los premios que hay- a más de 6 min. del récord del mundo también muestra lo dura que fue la prueba. 
Recojo la medalla y me voy al metro. Allí tuve otro de los momentos inolvidables. Me siento en el vagón y el vecino de asiento me pregunta si corrí el maratón. Le digo que sí y enseguida me empiezan a felicitar el resto de viajeros, una madre me pide por favor si le dejo la medalla para hacerse una foto con la hija, y cuando llega mi parada me despiden entre aplausos.......Yo creo que gestos como estos hacen que esta sea la carrera más emblemática del mundo y una forma de decir que si, que la carrera es de la ciudad de nueva york y que sus vecinos la sienten como algo suyo. Recuerdo cuando corrí el maratón de Madrid, el taxista que me llevó al hotel de vuelta me dijo...vaya caos, la ciudad está cortada por todas partes, total para 4 que salen a correr, habría que echarlos de Madrid a todos. Al decirle que al menos uno de esos 4 que corríamos le había permitido ganar parte del jornal de ese día, no supo que contestarme.

3 comentarios:

Lisardo dijo...

Enhorabuena Germá, eres un fenómeno

media maraton leon dijo...

Lisardo, completamente de acuerdo contigo, es un fenómeno tanto en lo deportivo, como en lo personal

german dijo...

Muchas gracias A los dos.