Con el siguiente título: El apasionate mundo del corredor popular. COnsejos de entrenamiento impartió
Dani Lazo una
conferencia en Interval Runners.
Dani ha sido tan amable que nos la ha resumido en dos entregas, uno hoy sábado y otra mañana domingo, le agradecemos su trabajo.
"Como bien decía nuestro amigo Javi Vega en su última columna de la Crónica de León del pasado Jueves titulada “a mi ritmo”, en nuestra ciudad, últimamente proliferan muchas e interesantes propuestas relacionadas con el mundo del running. Una de ellas es el ciclo de conferencias organizadas por Roberto Ferreras de “Interval Runners”. Tras haber pasado por allí atletas de la talla de José Manuel Gª o Sergio Sánchez, tuve la suerte que, en esta ocasión, Roberto contase conmigo para charlar e intercambiar ideas con un nutrido grupo de atletas populares. La conferencia tuvo dos partes bien diferenciadas: en una
primera situamos el mundo del corredor popular y ligado a ésta, en una
segunda, di unos principios básicos a seguir en el entrenamiento de un atleta popular sin ánimo de sentar dogmas de fe, sino sólamente proponer consejos prácticos surgidos de mi
experiencia tras más de 16 años de práctica atlética.
Primero situamos a los protagonistas de la charla, puesto que fundamentalmente nos íbamos a centrar en corredores populares noveles, es decir, con pocas o ningunas temporadas de experiencia. Este punto es clave porque a mi parecer,
atletas populares somos el 99,9% de los que participamos cada fin de semana en crosses y pruebas de ruta y pista. Son muy pocos los verdaderos profesionales que se llegan a ganar la vida con el atletismo, y sus circunstancias y medios a su alcance son radicalmente diferentes a los de los atletas populares. Por este motivo nunca debemos tratar de emularles cuanto a su forma de entrenar.
No olvidemos que el atleta popular practica running en su tiempo de ocio, porque le gusta, por placer, incluso en ocasiones llega a marcar un estilo de vida, pero siempre con el denominador común del disfrute y la liberación del terrible estrés al que estamos sometidos debido al vertiginoso estilo de vida actual donde vivimos a mil por hora.
Yo considero fundamental ese
condimento social que ha adquirido el running con escuelas , entrenamientos grupales, fines de semana de competición ... donde la carrera es importante pero, más si cabe, es pasarlo bien con la familia y amigos en la comida que sigue a la carrera y disfrutar de un fin de semana en una localidad diferente a la nuestra de residencia habitual.
Todo esto llega a enganchar de tal modo que los intrépidos atletas populares llegan siempre a encajar el espacio del running en sus ratos de ocio teniendo en ocasiones que hacer ciertos sacrificios, e incluso verdaderos malabares, para hacerse un hueco en las maratonianas jornadas cotidianas con obligaciones laborales y familiares y compromisos sociales.
Visto desde esta perspectiva, esa pasión del corredor popular es muy positiva pero también debemos de saber gestionarla para
no caer en excesos ( de pasión, y por ende, de entrenamientos , cuidados , etc.…) que pueden llevarnos a una posición donde ver las cosas desde otro prisma. Es decir, que un exceso de pasión nos haga perder de vista el disfrute y el placer, donde el entrenamiento se adapta a nuestra vida, para pasar a lo contrario, que muestra vida prácticamente se adapte al entrenamiento anteponiéndolo a muchas otras cosas.
Volviendo a lo que decía antes, para el atleta de élite difícilmente habrá disfrute con lo que hace porque para él, es su medio de vida, tiene mucha presión hay intereses económicos de por medio…en fin, como vemos, nada que ver con la filosofía popular que vengo defendiendo y defendiendo. Si como acabo de señalar, confundimos o mezclamos un mundo con el otro estaremos abocados en no pocas ocasiones a la frustración y el abandono de la práctica de este deporte.
Adentrándonos ya en la parte de
entrenamiento, el corredor popular debe marcarse metas realistas, las cuales, no le conduzcan a la frustración pero que también tengan la suficiente dificultad para que la supongan un reto. Esta doble vertiente será un aspecto fundamental para mantener intacta la motivación hacia el entrenamiento, aspecto este de vital importancia.
En este sentido una
filosofía de entrenamiento natural yo pienso que es la más adecuada para el corredor popular, puesto que va hacer que mantenga su motivación y va a prevenir, en muchos casos, la a aparición de lesiones (otro de nuestros grandes enemigos).
Aunque este tipo de entrenamiento se propone hoy en día, desde algunos sectores, como algo muy novedoso, lo cierto es que ya en los
años 90, Chris Carmichael (entrenador de Lance Armstrong), creó un método de entrenamiento basado en este entrenamiento natural, válido para cualquier tipo de deportista independiente de su nivel de práctica y experiencia previa. Es decir, que con este método entrenó a grandes campeones como Lance y a atletas populares como cualquiera de nosotros, y todos, con excelentes resultados. Su lema era
“menos dolor, mas ganancia” en contrapartida a la vieja escuela de entrenamiento, donde sólo los mejores sobrevivían a los más duros entrenamientos, (quedándose muchos por el camino) bajo el lema “si no hay dolor, no hay entrenamiento”. Carmichael nos dice que, si el transporte de oxígeno limita el desarrollo de la resistencia, el entrenamiento aeróbico va a ser la piedra angular del entrenamiento en los deportes de resistencia.
Tal es así, que las
primeras fases del entrenamiento las plantea prácticamente sólo con entrenamientos aeróbicos extensivos (fáciles), los cuales, nos van a permitir recuperar mejor físicamente y van a mantener en nosotros una buena visión psicológica del entrenamiento en cuanto a motivación y ganas de entrenar. De este modo, y sin darnos cuenta, mejorará nuestra capacidad aeróbica y, asociado a ello, también la anaeróbica y, lo que es mejor, sin aplicar grandes intensidades de entrenamiento, con los inconvenientes que ello supone respecto a desgaste físico y metabólico.
Así este entrenamiento aeróbico junto con entrenamiento de acondicionamiento físico y fuerza, formarán una “
BASE INDESTRUCTIBLE” sobre la que colocar eslabones superiores de entrenamiento. Es decir, pondrían a nuestro organismo en condiciones de afrontar cargas de entrenamiento más severas con otros componentes de entrenamiento como pueden ser el trabajo de la capacidad anaeróbica aláctica y, sobre todo, la capacidad anaeróbica láctica.
Esta base, corredores con mucha experiencia, ya la tienen muy trabajada y la consiguen en 2 ó 3 meses, pero los atletas populares noveles pueden estar tranquilamente con este trabajo durante toda una temporada.