Por cortesia de Fisioleon, os hablamos hoy del esguince de tobillo, una de las lesiones que pueden afectar al corredor sobre todo en la montaña.
Es el estiramiento más allá de los límites fisiológicos de
los ligamentos que componen la articulación del tobillo en su cara externa o
interna.
Los ligamentos que forman la articulación del tobillo en su
cara externa son:
-Ligamento Peroneo-Astragalino Anterior (LPAA). Es el que más
veces se lesiona. Su tensión aumenta con los movimientos de flexión plantar,
supinación e inversión.
-Ligamento Peroneo-Calcáneo (LPC). De los tres ligamentos es
el más elástico.
-Ligamento Peroneo- Astragalino Posterior (LPAP). Su función
es la de estabilizar el desplazamiento posterior del Astrágalo. Es el ligamento
más resistente y rara vez se lesiona, excepto en los traumatismos graves del
tobillo.
Por la cara interna se presenta un Ligamento Lateral
interno que tiene 4 haces
El esguince de tobillo, según su gravedad, se clasifica en:
-Grado I: Estiramiento ligamentoso leve, poca o ninguna
inflamación, pequeña afectación funcional, estabilidad totalmente conservada, y
dolor moderado.
Grado II: Estiramiento ligamentoso más importante con rotura
parcial del ligamento, mucho dolor, inflamación importante con pérdida de
estabilidad y hematoma.
Grado III: Rotura completa del ligamento lesionado, gran
inflamación y hematoma, impotencia funcional, inestabilidad.
Los factores de riesgo que predisponen al esguince de
tobillo y que también son causas de recaídas y de la cronificación de la lesión
son: esguinces anteriores, pies con mucho arco plantar, hiperlaxitud
ligamentosa, atrofia de músculos peroneos, acortamiento de tendón de Aquiles…
La forma más frecuente de que se produzca un esguince es
apoyado sobre los dedos y con el pie hacia dentro del tobillo (flexión plantar,
inversión y aducción).
Forma de actuar
Lo primero que debemos hacer es elevar la pierna y poner
hielo (preferentemente picado) o una bolsa de guisantes del congelador pues se
adapta mejor a la zona lesionada y siempre protegiendo la piel para no
quemarla. La frecuencia será de 15 minutos cada hora, durante las primeras
24-48 horas.
La visita al médico es obligatoria para que descarte, con
una radiografía, la presencia de posible fractura o fisura ósea. El esguince de
grado III o rotura completa requiere cirugía reparadora e inmovilización.
Una vez descartada la lesión ósea y siendo un esguince de
grado I-II podemos acudir al fisioterapeuta para que comience el tratamiento,
no debiendo poner escayola o férula inmovilizadora completa.
Cuando se produce esta lesión, a veces viene acompañadas de
alteraciones en la estructura de la articulación, como subluxación del
Astrágalo sobre el Calcáneo, restricción en los movimientos de Tibia o Peroné,
restricción en movimientos de Escafoides y Cuboides, pérdida de movilidad de
Astrágalo respecto a Tibia y Peroné, o limitación articular del Calcáneo.
Tratamiento con el Fisioterapéuta
-Drenaje linfático o masaje evacuatorio de edema.
-Masaje tipo cyriax sobre ligamentos dañados con la finalidad
de ordenar las fibras lesionadas y evitar la formación de adherencias.
-Manipulación cuando existan las restricciones óseas vistas
anteriormente, previa realización de los tests articulares.
-Movilización de la articulación.
-Realización de ejercicios propioceptivos encaminados a la
mejora del equilibrio, control del movimiento, situación espacial, etc.
-Colocación de vendaje tipo Kinesiotape
-Electroterapia analgésica
-Relajación mediante masaje y estiramiento de músculos
peroneos, tibial anterior y tríceps sural (en fase aguda).
-Potenciación de los músculos anteriores en fase posterior.