Oscar Cañibano nos envia su relato de los Aquilianos de este año. Gracias Oscar.
"Os voy a contar una historia de esas que apetecen contar. Mi
experiencia en la Travesía integral De Los Montes Aquilianos (Ponferrada): una
exigente carrera de montaña de más de 60 km con 3300 m de desnivel acumulado
positivo y otros tantos de negativo.
Todo empezó hace varios meses cuando un buen amigo me dijo
que iba a inscribirse en la travesía integral de los Montes Aquilianos. Después
de unos días pensando y preguntando a gente que había hecho la versión corta,
finalmente me decidí a apuntarme. Por aquel entonces no tenía ni idea donde me
había metido. Pensé que con mi experiencia en rutas de verano por Picos De
Europa, carreras cortas de montaña, Medias Maratones varias y carreras y
crosses de todo tipo sería suficiente. Con buenos entrenamientos para esta
serie de carreras citadas seguramente estaba muy bien preparado, sin embargo,
Los Aquilianos no tendría nada que ver.
A las 5 de la mañana del 1 de Junio de 2013 dos amigos y yo nos
despertábamos en Ponferrada con la incertidumbre de no saber bien lo que nos
esperaba. Sin embargo pronto llego el primer contratiempo. La cafetería del
hotel estaba llena de unos aficionados de la Real Sociedad que estaban de viaje
con lo que tuvimos que improvisar un rápido desayuno en una gasolinera de turno
y, tras meternos por una entrada equivocada, finalmente llegamos 5 minutos
tarde a la salida. Algo habitual en nosotros.
Así todo arrancamos. Poco a poco arrancamos los tres, bueno,
los dos porque mi compañero Rubén Mediavilla ya estaba a la caza de los
primeros corredores. Nosotros, Pablo Urbón y yo, un poco más modestos, íbamos
dando caza poco a poco a los que salían andando, luego a los que iban trotando
lento y así adelantando a más y más gente nos presentamos en el primer
avituallamiento en Villanueva de Valdueza allá por el km 10 .
Cada vez íbamos
adelantando a menos gente ya que el ritmo de éstos también iba siendo mayor.
Así, llegamos al km 20 en el avituallamiento de Montes de Valdueza, donde
pudimos descargar cosas de la mochila que necesitaríamos para ascender a las
cimas más altas de la carrera. Yo tenía la sensación como si los km hubieran
pasado volando, y así, seguiríamos los siguientes km sobre el puesto 90-100…
Sin embargo en el km 25, tras una ligera bajada, mi
compañero Pablo empezó a notar unas ligeras molestias musculares que no
daríamos en un principio importancia. Al llegar al avituallamiento de Peñalba
realizo unos estiramientos para afrontar la temida subida que nos esperaba de
más de 1000m de desnivel positivo (casi nada).
La subida al alto de la Silla de la Yegua (2135m) se lleva
bien si vas a un ritmo tranquilo, sin embargo, y a pesar de ir a un ritmo
constante pero asequible, en el alto empezaron a aparecer problemas serios de
calambres entre la gente que allí estaba. Yo creo que, en parte, debido al
intenso frio de la cima que hacía que los músculos se pusieran más rígidos si
cabe. Una vez allí Pablo no se encontraba bien y se sentó a reflexionar si era
mejor abandonar. Fue el último momento que estuve con él.
Yo me encontraba bien y decidí acelerar el ritmo mientras
cresteábamos el cordal de los Aquilianos
e ir dando caza a gente hasta posicionarme sobre el puesto 85-90. Pero
aún quedaba una sorpresa más: la subida al pico Guiana (1850m), con una iglesia
preciosa en la cima pero con un cortafuegos final como un muro para rematar al
que todavía fuera bien, como era mi caso.
Desde ese avituallamiento ya se divisaba Ponferrada al fondo
y solo nos quedarían 25 km de bajada hasta la meta. Solo? Madre mía! Es como si
me quedara la carrera de “La Batallona” entera, solo que casi llevaba 7 horas
sin parar.
Bajando me encontré bien y fui dando caza a 2 ó 3 personas
más. A veces me preguntaba qué sería de mis amigos, cómo irían y en qué
condiciones. Bajando por la larga pista-autopista me metí por un camino
equivocado y cuando subí para volver a la pista me encontré con el primer serio
problema, calambres en los abductores… Así todo pude continuar bajando más o
menos bien. En el penúltimo avituallamiento, sobre el km 45 o así (ya he
perdido la cuenta pero creo que era el de Ferradillo), bocata de jamón con
tomate y agua (riquísimo por cierto)
porque ya estaba cansado de las odiosas barritas, geles y hasta del aquarius.
La bajada había
dejado tocada una de mis rodillas. Bajé hasta el último avituallamiento con
bastante dolor en la rodilla y unido a los calambres hicieron insufrible la bajada.
Después del último avituallamiento en Rimor en el km 52, hice 2 km muy rápidos
a 5`30 min/km. A partir de ahí reventé totalmente y me arrastraría en mis
últimos 6 km hasta la meta con dolores en toda la pierna. Aún así, la gente que
me iba encontrando no iba mucho mejor que yo. Aquello se había convertido en un
calvario más que una carrera. A veces te daba por correr, otras por caminar
rápido o lo que buenamente podías (y eso que era bajada que si no estoy todavía
allí, jeje).
Finalmente, pude llegar en un tiempo más que aceptable de
9h:47 min. Creo que la cara de la foto lo dice todo.
En el mismo instante de entrar a la meta hablé con Rubén, el
cual me dijo que se tuvo que retirar en la parte alta cuando iba 6º. Después
nos preguntamos qué sería de Pablo, pues bien, a pesar de todos sus problemas y
de haber estado a punto de retirarse, allí apareció una hora después con una
sonrisa de oreja a oreja. Nos abrazamos todos. Os aseguro que fue lo mejor.
Quizá mucha gente piense de nosotros que no estamos bien, que estamos locos,
pero estoy absolutamente convencido de que el recuerdo de esta carrera quedará
imborrable para siempre en nuestra memoria. Haber superado un reto de tal
calibre, con tanto esfuerzo, tanta lucha, tanto empeño por superarte a ti mismo
y encima sin esperar nada a cambio….eso, ¿quién hace eso hoy en día? Nosotros,
los corredores.
Muchas gracias a toda
la organización por hacer posible esta carrera. No nos faltó de nada en los
avituallamientos (geles, barritas, fruta variada, bocadillos y más bocadillos),
bolsa del corredor con camiseta técnica y bidón para bici y empanada y todo
tipo de bebidas al finalizar. Y todo ello por 15 euros… que vayan aprendiendo
otras carreras!!