viernes, 26 de agosto de 2011

Corredores en la montaña

Roberto García Ferreras nos envía una crónica sobre los corredores en la montaña que ilustramos con las fotos de nuestro amigo Fernando García sobre la misma carrera y sobre la de Castillo del Alba, para poner la guinda publicamos las clasificacion de la carrera de Torre del Bierzo que nos envía el amigo Gus.

CORREDORES EN LA MONTAÑA

- Contar mi primera experiencia en carreras de montaña me avergüenza, más cuando el patio de mi casa fue El Faedo y las monumentales montañas de caliza y roble que circundan Ciñera.
- En noviembre del 99 alguien que decía ser organizador, contactó conmigo para ofrecerme participar en una carrera “no muy dura” (cachondo el tío) que partiría de Villamanín y llegaría a Vegacervera. Aquello fue eterno, después de más de 25 kms de interminables e inesperados valles, peñas, barro y nieve (todo ello con zapatillas de asfalto por supuesto) conseguí llegar. Por la duración creí que en vez de “Meta” iba a poner en el cartel “Bienvenido a Francia”. También aquel día con mi tiritona comprendí el dicho de los corredores nórdicos: “no existe el frío, sólo ropa inadecuada”.
Creo que fui cuarto, recibí un trofeo que aún hoy me mira y se ríe.
- Hay tres aspectos básicos que la montaña no perdona a los corredores: Estar físicamente inadaptado a ella, desconocer el recorrido al que te vas a enfrentar y no proveerse del material adecuado. No hay duda, aquel día hicimos pleno.
- Pero la montaña tiene algo que atrapa, algo intangible y que sólo siente quien la transita y observa sus vistas, independientemente de la velocidad a la que lo haga. “Tiene Duende” que diría un flamenco. A veces en lo que a carreras se refiere creemos haberlo visto todo y de repente aparece una prueba como la última de montaña en la provincia de León, la “I Carrera Villalfeide-Polvoreda” y otra vez aparece “el duende”.
- Es la única forma de explicar que un pueblo como Villalfeide con 40 habitantes censados consiga más de 50 voluntarios, un trazado y marcado del recorrido perfecto y una atención muy por encima de lo profesional, familiar.
- Uno llega a pensar que la montaña es el único lugar que el dinero no logra erosionar, sólo así se explica cómo una carrera con cero euros de premios en metálico e ínfimo presupuesto logre congregar a más de un centenar de amantes de la montaña y a otros tantos niños.
- Nombres de referencia como el gran Salvador Calvo o nuestro aventurero Jesús Calleja sintieron la atracción del pico Polvoreda y la panorámica a 2005mts de altitud fue más que suficiente para cubrir sus cachés.
- Cualquier corredor de asfalto que realice leves incursiones por el monte y sobre todo que adapte el recorrido y distancia de la prueba a su momento de forma está preparado para disfrutar de una carrera de montaña. Cuidar este par de aspectos será suficiente para no “pagar la novatada”.
- En la montaña el corredor de asfalto verá lugares que los edificios no le dejan ver, oirá silencios que el ruido urbano mata y comprobará que las mayores obras arquitectónicas no han sido hechas con dinero.
- Larga vida a carreras como la “Villalfeide - Polvoreda”.

Roberto García Ferreras.

2 comentarios:

Feet dijo...

Estas carreras son las que de verdad merecen la pena.

Un saludo

TITAN dijo...

totalmente de acuerdo roberto..tuve la suerte o desgracia porque me cai mas de 5 veces....de partcipar en mi 1º carrera de montaña y sin el material...idoneo con mis zapas de running de toda la vida que me miraban con cara desafiante como si las hubiera envuelto en dos cascaras de platanos...he de decir que tuve la suerte de hacer parte de la ascension contigo..y me ha encantado esta carrera volvere pa el proximo año seguro...pero provisto de unos neumaticos mas propicios...jejej,pero engancha...en mi caso engancharon agujetas hasta este mismo momento...que estoy escribiendo....enhorabuena pa la organizacion pq yo perdi las gafas de sol vete tu a saber en que parte de la bajada...que seria como encontrar una aguja en un pajar..y me llamaron ayer que las habian encontrado...asi que PA QUITARSE EL SOMBRERO...