jueves, 8 de noviembre de 2012

De corredor a espectador


De vez en cuando viene bien cambiar de posición y pasar de ser corredor habitual de carreras populares a espectador. (Al revés también es recomendable).

Lo primero es que cambia la perspectiva de las cosas. Lo que antes veías desde una óptica ahora lo ves desde otra. Por ejemplo, el año pasado en la carrera de San Andrés, desde el punto de vista del espectador de acera, me parecía que los corredores iban lentos, incluso los que estaban corriendo un minuto por debajo del tiempo en el cual corro. Era una sensación óptica. A lo mejor por eso cuesta tanto que aplaudan y animen a  los corredores en León.

También se ven otras cosas, cuando vas corriendo sólo vas fijandote en el corredor de adelante y miras muy poco a los lados. Cuando estás en la acera, ves todo lo que pasa en un momento determinado, al de adelante, al de atrás (incluso les ves las caras y las miradas), por un punto concreto y en un ángulo de 180º.

La otra sensación "extraña", es el sonido de una carrera, tanto el de las pisadas, como los escasos gritos de animo que hay en las carreras. No suenan igual en un lado que en el otro.

Eso si la gran variedad de camisetas, pantalones y colores se ven tanto siendo corredor como de espectador.
Me bajo de la acera y me vuelvo a la calzada...

2 comentarios:

McRobi dijo...

Totalmente de acuerdo, sobre todo en lo de la velocidad, a mi también me pasa, desde fuera veo pasar a gente que corre mucho más rápido que yo y la sensación es de que van lentos...

Rafael dijo...

ESo pasa,es cierto,la gente que nos observa correr se creeran que vamos relajados y nada mas lejos de eso,hay que estar ahi dentro para sentirlo.