miércoles, 2 de abril de 2014

Inolvidable Sahara Maraton

Ahora que el agua en León nos "Inunda", Mayte y Lisardo nos envia el epílogo de su aventura Saharaui, que comenzó con este otro relato.

Sahara Maraton


¿Qué significa participar en el Sáhara Maratón?
Cuando un corredor popular se incribe en una carrera, piensa en disfrutar, ya que ganar es lo más difícil. Cuando participas en el Sáhara Maratón, piensas no solo en disfrutar de la carrera (muy dura, a pleno sol avanzando desierto y dunas y muchas veces en solitario) sino también en conocer la realidad del pueblo saharaui de la que no se hablaría si no la vieramos con nuestros propios ojos.

Los dias que el proyecto Sáhara se despliega por el campamento de refugiados de Smara,son de fiesta para los refugiados que allí viven, pero cuando volvemos a nuestras casas....ellos se quedan con su cruda realidad. Son más de 200.000 refugiados viviendo casi 4 décadas en una tierra prestada en medio del desierto. 40 años esperando y deseando volver a ser un pueblo libre, pudiendo moverse en libertad por el mundo, volviendo a ser un país a orillas del mar. 22 años esperando el prometido referéndum de autodeterminación, que nunca llega, esperando que el resto del mundo no olvide su lucha.
Por eso participar en el Sáhara Maratón es algo más que participar; queda en el recuerdo el regalo que nos ofrece un pueblo: el poder pertenecer a sus familias, no sólo durante toda la semana que dura la aventura, sino para siempre. Gracias por todo, siempre estarán en nuestros corazones.
Sahara Maraton

Bueno, en cuanto la carrera, comenzaba la maratón en el campo de refugiados de El Aaiún y seguía el recorrido hasta enlazar en el campo de refugiados de Auserd, donde salimos nosotros, con una temperatura de 20º a las 10:45 horas de la salida, llegando a  los 28º durante la mitad de la carrera. Salimos los dos juntos con un grupo de corredores, que pronto se empezó a estirar y a perderse en el horizonte. Nosotros llevamos una camel-bag con agua por si hacía falta, pero los avituallamientos fueron excelentes: cada 2 o 3 Kms. teníamos un puesto con agua, isotónicos, dátiles, naranjas y plátanos. ¡imposible deshidratarse!. 
Además de la temperatura el mayor problemas eran las dunas, sobretodo en la subida de las cuestas, que te hundias y costaba correr. Es impresionante correr por el desierto, mirar a los cuatro puntos cardinales y ver sólamente arena. Después de los primeros 10 km, nos quedamos los dos solos con un niño saharaui de unos 14 años; yo no iba bien, ya que llevo bastante sin entrenar por un accidente  y le dije a Mayte que siguiera, pues iba muy bien y podía hacer un buen papel. La sorpresa fue que cuando llegaba a la meta le dijeron que parara un poco para ponerle la cinta, ya que era la primera mujer en cruzar la meta. ¡menuda sorpresa!. Yo llegué unos 13 minutos más tarde.  Al día siguiente fue la entrega de premios, una fiesta en la que nadie del pueblo quería faltar, mucha animación por parte de las mujeres saharauis con su característico grito de alegría (el zaghareet) que te pone los pelos de punta. 

En definitiva, una semana intensa, muy emotiva y con grandes momentos que nunca olvidaremos. Por cierto, la que lleva el traje típico de las mujeres saharauis (llamado melfa) es Mayte, por si no os habías dado cuenta(ja, ja, ja). Mayte y Lisardo.

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